"Ni patria,
ni bandera
ni raza, ni condición
ni límites, ni fronteras...
Extranjero soy..." E. Bunbury
De migraciones e historias de vida…
Jaime aún recuerda con mucha nostalgia aquellos últimos días en su país; la tierra que le vio nacer y en la que había vivido durante toda su vida, en la que compartía alegrías y desencantos con su familia y amigos… Hoy vive a miles de kilómetros de ese lugar del que guarda maravillosos recuerdos, sabores y colores.
Recuerda como si fuera ayer, esos días que marcaron una etapa difícil de una gran crisis económica, que le obligó a tomar la decisión de marcharse a un lugar lejano donde tuviera nuevas oportunidades. ¡Claro! Ya en esa época había decidido juntarse con Jimena, su amada novia de días de escuelas, con quien ya había procreado 3 hijos; Carla, una agradable e inteligente niña de 8 años, que comenzaba a cursar el 2do grado de Primaria, y ya sabía leer, razón por la cual sus padres se sentían muy orgullosos.
Luego de ella, nació Luis un menudo niño de 6 años, con ojos vivos y un gran corazón, que ya aprendía sus primeras letras y que adoraba jugar con otros niños de su edad… Y finalmente, Julián un hermoso bebé, un tanto regordete, con una sonrisa picarona, con la que llenaba de felicidad a la pequeña familia.
Vivian cómodamente, en una humilde casa, pero en esa época de dificultades económicas; atravesaron situaciones que jamás imaginaron que vivirían… A las limitantes que ya tenían se sumaron muchas más necesidades… Así que una noche, mientras Jaime contemplaba un cielo abierto lleno de estrellas, comenzó a pensar en todo lo que él una vez deseo tener y el futuro prominente que deseaba brindar a sus hijos e hijas, recordó como Mario, uno de sus vecinos que se encontraba en una situación similar o peor a la de él y su familia, había emprendido un viaje muy lejos de ahí, para poder encontrar un nuevo trabajo y oportunidades, y la forma en que lo había hecho, pasando por tantas dificultades, a tal nivel de casi perder la vida.
Pero, muchas veces luego de tantos tristes episodios la vida nos sorprende, y a Mario le llego su tiempo de buena bonanza… Logro establecerse en una ciudad muy linda, con edificios enormes, centros comerciales, y mucha gente interesante, consiguió un trabajo humilde, pues no tenía ninguna profesión y se había cruzado la frontera ilegalmente, por lo que tampoco tenía papeles para poder trabajar, sin embargo, había obtenido un trabajo que le dejaba una buena suma de dinero, que le daba para él vivir y enviar una remesa a su familia.
Jaime, al recordar todo eso, pensó que sus problemas quizá serían resueltos si él emprendía la misma aventura, claro, lo pensó mucho, porque tenía mucho que arriesgar; primero pensó en su vida, porque también recordó a Ricardo; su amigo de infancia que había perdido la vida intentando hacer lo mismo que había hecho Mario. Pero, Jaime podía imaginar a sus bellos hijos viviendo una mejor vida, muy felices, con más oportunidades y con títulos Universitarios, y eso podía recompensar el sacrificio de dejarlos sin saber hasta cuando los vería nuevamente, no compartir más con ellos ni cumpleaños, ni navidades, ni jugar y no saber de ellos y su esposa en mucho tiempo.
Pensaba en el dilema que significaba dejarlo todo, por ir a lo incierto, a lo desconocido… Una y otra vez se preguntaba: -“¿cómo sería comenzar de cero en una nueva ciudad, en el que hablan un idioma distinto al mío y en el que no conozco a nadie?”- También revivía una y otra vez lo sucedido a Ricardo, y sentía mucho miedo…
Pero el miedo frente a la posibilidad de darle una mejor vida a su familia… Al final, el intentar hacer hasta lo imposible por lograr cumplir sus sueños se impuso, así fue que esa noche, mientras miraba la infinidad del cielo y las estrellas, llamó a su mujer, Jimena, y le dijo: -“He tomado una decisión, con tantas dificultades económicas, debemos el colegio de los niños, ya no nos pueden “fiar” más en la venta, estoy sin trabajo y nada es fácil, aún hay pendientes muchas cosas que deseaba para nosotros. Creo que lo mejor será que emprenda un viaje, a un nuevo país, uno lleno de muchas y nuevas oportunidades”…
Mientras Jaime, con mucha emoción y una voz entrecortada le hablaba a su mujer, ella sólo pensaba en lo triste que sería despedirse, dejarlo ir y comenzar a criar a sus hijos ella sola… Sabía que no tendría certeza de nada, porque ya imaginaba en qué condiciones iría a ese lugar a intentar realizar sus sueños… Ella intento interrumpirle… Se aclaro la garganta y dijo: - “Jaime, no sé, no estoy segura”- Él inmediatamente dijo: - “No tenés que estar segura de algo mujer, es lo único que nos queda para salir adelante con nuestros chavalos”
Y así sin decir más, la decisión fue tomada, el gélido de la noche fue aún más penetrante, mientras ambos pensaban e imaginaban como sería esa nueva vida, separados y con Jaime en un lugar diferente al que nació, donde tenes que trabajar muchas veces bajo condiciones inhumanas, en el que no te sentís seguro y todos los días estás preocupado y con miedo, porque no sabes cuándo te regresaran a tu país…
Hazel Bojorge Reyes
Managua
Agosto 2011
Festival de Blogs Nicaragua
La migración es un fenómeno que nos afecta de distintas maneras y que año con año aumenta, pero la discriminación hacia los migrantes es aún un mal peor… Si bien es cierto, que muchas veces la migración es vista como una “solución” para el crecimiento y desarrollo local, debemos recordar que lo que realmente importa que es que las personas alcance su desarrollo personal y profesional, dentro de su país, aportando desde su lugar de origen al crecimiento económico del mismo, a partir de políticas laborales sanas que el Estado pueda garantizar. El aumento de la migración solo revela que dentro de nuestros países nos niegan la posibilidad de acceder a las metas que nos hemos propuesto, o simplemente no podemos adquirir los bienes materiales que deseamos obtener. Por ello, considero importante que toda la comunidad “bloggera” se una a escribir sobre este tema, de tal forma que podamos concientizar al resto de personas que nos rodean.